Jota Aragonesa

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  • La jota aragonesa es una manifestación del folclore en Aragón de un género musical, la jota, presente en la mayor parte de la geografía española. El género, tal y como se conoce en la actualidad, se conforma a finales del siglo XVIII o principios del XIX.

  • La jota aragonesa se expresa a través del baile (bailadores), el canto (cantadores) y la interpretación instrumental, compuesta por una rondalla en la que participan fundamentalmente la guitarra, el laúd y la bandurria.
  • A pesar de la fama de que goza como género emblemático del folclore aragonés, la jota no es más que una de las manifestaciones de su tradición musical popular. Conviven con ella otras formas (mazurcaspaloteadosvillanosboleros o valses por citar solo algunos ejemplos), aunque la interpretación de la jota en Aragón tiene un carácter peculiar y distintivo que ha hecho que sea conocida en el ámbito internacional, hasta el punto de que compositores de música culta españoles y foráneos se han servido de ella en sus obras. En palabras de uno de sus más concienzudos estudiosos, Miguel Manzano:
  • En Aragón ha surgido, aproximadamente desde la mitad del siglo XIX, una forma muy especialísima de cantar la jota en estilo adornado y a ritmo muy lento, y con un repertorio y ejecución también muy característicos de acompañamiento de rondalla. Esta especie de jota es la única que puede denominarse con toda propiedad jota aragonesa, porque es creación personal y exclusiva del pueblo aragonés, que además lo ha conservado, fomentado, y desarrollado con un empeño muy especial y continuado.

    Miguel Manzano Alonso, La jota como género musical, Madrid, Alpuerta, 1995, págs. 437 y ss

 

ORIGEN

 

Los orígenes de la jota deben estar en bailes de tipo religioso, y comúnmente las manifestaciones bailadas de este género preceden a las cantadas o tocadas.

Joaquín SorollaLa jota, 1914. Hispanic Society of America, Nueva York. Escena de baile de jota por un grupo de personas vestidas con el traje típico deAnsó.

Aunque hay quienes defienden que la etimología del término proviene la palabra árabe «xotah» (saltar rítmicamente), y podría estar relacionado con el verbo sotar que aparece en el siglo XIV en el Libro de buen amor, el nombre de «jota» no se documenta fehacientemente hasta finales del siglo XVII, en un códice titulado Cifras para arpa hallado en Ávila, donde aparece como título en el encabezado del folio 25.

Demetrio Galán Bergua fecha la existencia del género (aunque no asociado al nombre) en 1666, pues el villancico de José Ruiz de Samaniego, maestro de capilla de El Pilar, «De esplendor se doran los aires» , muestra características afines a la jota. La pieza presenta los dieciséis compases típicos de entrada de una jota.

Han sido numerosos los autores que le otorgan una procedencia árabe, pues en Aragón se da con mayor pujanza en los valles que habitaba la población morisca. Sin embargo, los estudios que Tomás Bretón realizó en 1890 con motivo de la escritura de la zarzuelaLa Dolores establecían grandes diferencias con la música islámica, sobre todo por su habitual modo mayor. Para él el origen sería italiano, pues la jota se revela técnicamente similar a la música del Carnaval de Venecia.

A pesar de todo, la mayoría de los estudios actuales muestran que hay muchas jotas en modo menor e incluso existe la llamada «jota mora», y que su compás ternario de 6/8 es habitual en la música popular española, siempre influida por la música andalusí. Martínez Torner, en este sentido, insiste en que la jota está íntimamente emparentada con el fandango. Según Julio Caro Baroja «su área en el estado anterior a su expansión por vías no estrictamente populares es la misma que tiene la agricultura de tipo hortícola», y estas zonas coinciden con las variedades de jota aragonesa (sobre todo en los valles del Ebro, Jalón y Jiloca), valenciana y murciana. Se trata de la geografía de los moriscos, lo que avala una posible influencia de su música en la jota.

Antonio Beltrán Martínez, uno de los más afinados estudiosos de la jota, asegura que su nacimiento tuvo que producirse no antes del siglo XVIII y su difusión por toda laPenínsula dataría del XIX. La jota aragonesa sería el resultado de una estilización de estos ritmos ternarios y bailables, que se ralentizaron y adornaron para lucir en el canto, sobre cuyos grandes intérpretes y variedad de estilos descansa la importancia del género en Aragón. Asume que hay fuertes lazos con la música hispanoárabe, si bien sus orígenes no pueden ser dilucidados en todo su alcance con los datos e investigaciones que se poseen en la actualidad. En la época de los Sitios de Zaragoza la jota emerge con pujanza, y es en este momento cuando se puede hablar de la existencia de la jota aragonesa con toda seguridad. En conclusión, y según el mismo autor, la jota aragonesa surgió a la vez en toda España en el XVIII, al igual que ocurrió con el fandango en el siglo XVII.

En 1828, en la narración de una conmemoración en Zaragoza en honor de Fernando VII, se halla documentada la costumbre de los mozos de rondar a medianoche cantando y tocando jotas (se cita expresamente «la aragonesa») con guitarrasrequintosbandurriasviolasviolinesfagots y flautas a las casas de las jóvenes, lo que está en la tradición de las «rondallas de Zaragoza», de las «jotas de ronda» o «rondaderas» y de los cantos a dúo «a dos y a tres voces».